domingo, 16 de junio de 2013

Elementos contextuales que influyen en los aprendizajes y desarrollo de las competencias cívicas y éticas

¡Hey! en esta ocasión hablaremos un poco sobre esos elementos que forman parte del contexto diario de las personas y posibilitan o entorpecen el aprendizaje  de las competencias cívicas, con los  cambios que ha sufrido nuestra sociedad gracias a la creciente globalización hemos buscado nuevas formas para relacionarnos de manera efectiva dentro de la misma, ya que el mundo cada vez es más complejo, si bien hemos derrotado en cierta medida las barreras culturales aun existen ciertos signos sociales que merman la vigencias de los derechos humanos, los estilos de vida, la democracia, la legalidad, etc.

Estos problemas llevan a que la escuela actual se vea sujeta a nuevas exigencias para educar a sus moradores, la formación cívica y ética se ha vuelto un terreno formativo que se esta diversificando para otorgar las herramientas necesarias para desarrollarnos de manera satisfactoria en este mundo tan cambiante.

Son muy diversas las situaciones y problemas del contexto social a las que la FCyE puede dar respuesta, y las encontramos agrupadas de la siguiente manera:

  • Situaciones que afectan la vida y la salud.
  • Situaciones de riesgo y deterioro de la cohesión social.
  • Situaciones que amplían la perspectiva de la formación ciudadana.

A continuación se describen cada una de estas:

Situaciones que afectan la vida y la salud:

Deterioro ambiental: Hoy los asuntos relacionados con el ambiente se conciben como una responsabilidad y un derecho de los seres humanos. Esto  demanda establecer acuerdos nacionales e internacionales que garanticen la supervivencia de las condiciones naturales.   Por otra parte, el cuidado del ambiente implica el cuestionamiento de acciones emprendidas por grupos con fuertes intereses económicos, nacionales así como de sus negativas para involucrarse en los tratados y acuerdos internacionales orientados a fomentar el cuidado del ambiente,  Para la formación cívica y ética se plantea el reto de formar una ciudadanía informada y comprometida con el ambiente, capaz de exigir al Estado la aplicación efectiva de leyes que regulen los intereses económicos presentes en el uso y explotación de los recursos naturales.

Adicciones: Las adicciones, entendidas como la dependencia fisiológica y/o psicológica a alguna droga, es decir, a una sustancia que provoca alteraciones en las funciones del organismo al ser introducida en el mismo, independientemente del estatuto legal o ilegal de dicha sustancia, constituyen una referencia obligada de la formación cívica y ética, pues ésta también debe ser vista como un espacio donde los sujetos requieren aprender a tomar decisiones a favor de su vida.



Prácticas sexuales de riesgo: La sexualidad se ha reconocido como un componente de la existencia humana que comprende potencialidades como el género, los vínculos afectivos, el erotismo y la reproducción. Los aspectos éticos y ciudadanos en la educación sexual tienen que ver, por un lado, con el reconocimiento de la sexualidad como un espacio de expresión humana a través del cual las personas toman decisiones y ejercen su libertad. Por otra parte, la sexualidad asociada con el derecho a la educación, la salud, la cultura y propiamente con el ejercicio de derechos sexuales y reproductivos, la convierte en un asunto que tiene una dimensión pública. En estrecha relación con el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, la consideración de la equidad de género fue imprescindible como parte del análisis de la sexualidad masculina y femenina,  también se ha visto asociada a situaciones de violencia y explotación, ante las cuales se requiere considerar la necesidad de que niños y adolescentes se expresen con claridad sobre las situaciones afectivas relacionadas con el cuidado de su persona, así como con los derechos que poseen.

Situaciones de riesgo y deterioro de la cohesión social:

Bulliyng: El acoso entre estudiantes se describe como  un fenómeno identificado, en los inicios de la década de los años setenta, en el norte de Europa consistente en prácticas de agresión intimidatoria que uno o varios alumnos ejercen contra otro u otros alumnos de manera persistente durante un periodo de tiempo prolongado. ha comenzado a ser considerada en los programas de Formación Cívica y Ética de Secundaria al igual que dentro del Programa Escuela Segura La consideración de la intimidación y el acoso entre estudiantes ha convocado a reconocer procesos que se generan en la dinámica escolar y que, por tanto, forman parte de la responsabilidad de directivos y docentes en cuanto a la construcción del ambiente social que priva en las escuelas.



Violencia e inseguridad:
Actualmente se reconocen otras manifestaciones de violencia que afectan el trabajo escolar  que tienen que ver con la actuación de los adultos, dentro y fuera del ámbito escolar. Las situaciones de violencia que cobran presencia en las escuelas pueden relacionarse, por una parte, con procesos exógenos como la exclusión social, la discriminación, el acecho de grupos delictivos y la criminalización de pre adolescentes y adolescentes. En estos casos, las escuelas son objeto de diversas formas de violencia. Por otra parte, al interior de la escuela también se identifican fenómenos relacionados con el rompimiento de los acuerdos de convivencia, la falta de respeto entre profesores y alumnos, la falta de relevancia de la enseñanza y la escasez de recursos, se han generado estrategias más amplias para consolidar las condiciones de seguridad, entendidas como el conjunto de condiciones que favorecen el bienestar en el trabajo escolar al encontrarse éste libre de violencia. En estos casos, las medidas se dirigen no solamente al desarrollo de habilidades en los alumnos, sino a la conjunción de esfuerzos de los diversos actores de la escuela.

Discriminación: El reconocimiento de la discriminación en México es reciente, así como el de sus diversas manifestaciones. La caracterización de la discriminación como un conjunto de prácticas y actitudes de desprecio hacia alguien por su pertenencia a un grupo al que le ha sido asignado un estigma social. La discriminación entraña una amplia variedad de aprendizajes para la formación cívica y ética relacionados con el reconocimiento de la igualdad de todas las personas ante la ley, para lo cual es precisa la identificación de actitudes y prácticas discriminatorias dentro y fuera de la escuela, que se encuentran arraigadas en la cultura y, por tanto, requieren de procesos de concientización y análisis, así como de la construcción de una cultura de no discriminación.  



Situaciones que amplían la perspectiva de la formación ciudadana:

Derechos humanos: Los derechos humanos se incorporan a la agenda institucional de nuestro país con la creación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y las comisiones estatales de derechos humanos en 1990.
México se suscribe en la Convención sobre los Derechos del Niño, así como la creación de la Ley de Proyección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes en el año 2000. Con ello, la formación cívica y ética tiene, como una de sus tareas principales, la difusión de los derechos humanos, especialmente los que corresponden a la niñez, así como promover el análisis de las prácticas escolares que los favorecen o los dañan, para forjar en los alumnos la conciencia de que son sujetos de derecho.



Cultura de la legalidad: La cultura de la legalidad se introdujo en la agenda educativa del país a finales de los años noventa, como una respuesta ante el crimen organizado y los actos de corrupción, el interés por difundir una cultura de la legalidad concibe la necesidad de contribuir a la existencia de un Estado de derecho donde prive el cumplimiento de la ley y, de este modo, acabar con el crimen organizado y la corrupción, pero se pasa por alto el análisis del carácter justo de las leyes, así como la aplicación justa de las mismas, por lo que descuida el compromiso que un Estado de derecho debe tener con los derechos humanos además se omite el papel de la legalidad como principio de la democracia.

Interculturalidad:  La interculturalidad se concibe como una perspectiva que promueve una mirada distinta hacia la diversidad de culturas, al establecerse como una “educación en y para la diversidad, no sólo para los pueblos indígenas sino para todos los mexicanos, se concibe como un reto para la educación básica, y para la Formación Cívica y Ética representa la oportunidad de promover en los educandos un conjunto de disposiciones y actitudes para la convivencia solidaria y corresponsable, al tiempo que se aboca a la necesidad de impulsar el respeto y reconocimiento de las lenguas indígenas como portadoras de una perspectiva particular del mundo, así como a superar actitudes de menosprecio hacia diferencias culturales que son específicas de ciertos sectores de la población.

Equidad de género: La equidad de género es una situación que se constituye como un campo de lucha para garantizar oportunidades y derechos a hombres y mujeres por igual. La creciente incorporación de las mujeres a la vida pública y al trabajo remunerado, y el desarrollo de nuevos recursos para la anticoncepción contribuyeron, entre otros factores, a cuestionar los roles que tradicionalmente la sociedad y la cultura les habían asignado en el ámbito de la vida doméstica
La discriminación y la violencia por razones de género son situaciones contra las cuales se requiere del desarrollo de políticas públicas con perspectiva de género. La equidad de género plantea a la Formación Cívica y Ética el reto de promover competencias para el análisis de los prejuicios y estereotipos de género que impregnan la cultura y las relaciones entre alumnos, docentes y personal directivo. Asimismo, involucra la apertura de oportunidades para el aprendizaje y el desarrollo de capacidades de niñas, niños y adolescentes.



Cultura cibernética: La cultura cibernética entraña retos relacionados con el acceso, la interpretación y la evaluación de información, plantea el desarrollo de destrezas para la búsqueda, la interpretación y la organización de información, involucra capacidades para identificar la intención y la responsabilidad de quien produce y difunde una cierta información, también la necesidad de que los educandos construyan una perspectiva propia sobre la información que encuentran en la red. Para la formación cívica y ética es de gran importancia la posibilidad de interactuar con personas de otros contextos; conocer otras situaciones y problemáticas sociales que condicionan el ejercicio de los derechos y la convivencia democrática; identificar el lugar de personas de otras latitudes, y sumar esfuerzos para superar situaciones de injusticia, violación de derechos y violencia.          



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